Hecho en Zacualpan
Mezcal: un legado de tradición y sabor

Producción

El Mezcal en Zacualpan:


Un Legado de Tradición y Sabor

Zacualpan, Estado de México, es un territorio con una rica herencia mezcalera que se remonta a siglos atrás. En estas tierras, donde el clima y el suelo brindan las condiciones ideales para el cultivo del agave, la producción de mezcal ha sido una tradición transmitida de generación en generación.

Uno de los grandes pioneros de esta tradición es el Sr. Adolfo García Bahena, cuya visión y liderazgo han sido fundamentales para el desarrollo de la industria mezcalera en Zacualpan. Su compromiso con la preservación de las técnicas artesanales y su pasión por el mezcal han inspirado a nuevas generaciones de productores, consolidando a Zacualpan como un referente en la producción de esta emblemática bebida.

Los maestros mezcaleros de la región han perfeccionado su arte a través del tiempo, conservando técnicas ancestrales como la cocción en hornos de piedra, la molienda con tahona y la fermentación natural. El resultado es un mezcal de carácter único, con aromas y sabores que reflejan la esencia de la región.

Hoy en día, Zacualpan sigue fortaleciendo su legado mezcalero, manteniendo viva una tradición que es símbolo de identidad y orgullo para su gente. Cada sorbo de mezcal Zacualpense es un viaje a su historia, su cultura y la pasión de quienes lo elaboran.



Mezcal Rancho San Miguelito

Enclavado en el corazón de la tradición mezcalera, Rancho San Miguelito es más que una destilería: es el reflejo de un legado artesanal que ha perdurado por generaciones. Nuestro mezcal es el resultado de un meticuloso proceso que honra las técnicas ancestrales, fusionando el conocimiento heredado con el respeto por la tierra y el tiempo de maduración del agave.

Cada gota de nuestro mezcal encierra la esencia del campo, el trabajo dedicado de los maestros mezcaleros y el inconfundible carácter de nuestra región. Desde la cuidadosa selección del agave hasta su cocción en hornos de piedra, la molienda tradicional y la fermentación natural, en Rancho San Miguelito seguimos cada paso con devoción para ofrecer una bebida auténtica, con sabores profundos y notas inigualables.

Explora el arte detrás de nuestra producción y sumérgete en la historia de un mezcal que captura la pasión y la identidad de nuestra tierra. Bienvenido a Mezcal Rancho San Miguelito, donde cada sorbo cuenta una historia.


Técnica de Elaboración del Mezcal

1. Cultivo del Agave

El proceso de elaboración del mezcal comienza con la recolección de las semillas de agave, las cuales se siembran en una mezcla de 70% tierra de monte y 30% arena. La semilla se coloca a poca profundidad para favorecer su germinación y se riega cuidadosamente cada tres días. Aproximadamente en 20 días, la planta comenzará a brotar.

Cuando la plántula alcanza un tamaño adecuado, se trasplanta a terrenos donde crecerá hasta su madurez, lo que tarda entre 6 y 7 años. Durante este tiempo, es fundamental cortar la "vela" (inflorescencia del agave) para que la planta concentre sus azúcares en la piña, lo que mejorará la calidad del mezcal.

2. Cosecha y Cocción

Cuando el agave ha alcanzado su madurez, se procede a la cosecha, recolectando entre 50 y 100 piñas, cada una con un peso aproximado de 50 kilogramos. Se estima que, por cada 10 kilogramos de piña, se obtiene un litro de mezcal.

Las piñas se rapan y se preparan para su cocción en un horno de piedra cónico. El proceso de calentamiento del horno dura entre 6 y 8 horas, hasta que las piedras alcanzan el punto ideal al rojo vivo. En ese momento, se introducen rápidamente las piñas, cubriéndolas con hojas de plátano o costales, seguidas de una capa de tierra. En la parte superior se deja un pequeño agujero por donde se agregará agua gradualmente para generar vapor, sellándolo luego para evitar que escape.

Este proceso de cocción dura aproximadamente tres días, permitiendo que el agave se caramelice y desarrolle los sabores característicos del mezcal.

3. Molienda y Fermentación

Una vez cocidas, las piñas se extraen del horno y se dejan enfriar antes de ser trituradas. Tradicionalmente, este proceso se realiza con una tahona (rueda de piedra) o mediante machacado manual, obteniendo una fibra con aspecto de paja.

El agave triturado se coloca en tambos de 200 litros y se deja reposar durante dos días, permitiendo que los jugos naturales comiencen su transformación. Luego, se añade agua y se prensa completamente para extraer la mayor cantidad de mosto, dando inicio al proceso de fermentación natural.

Durante este periodo, que dura varios días, la fermentación provoca un burbujeo constante, similar al hervor. Cuando este burbujeo desaparece, significa que el mosto está listo para la destilación.

4. Destilación

El mosto fermentado se traslada a una olla de cobre, donde se calienta para que los vapores alcohólicos se condensen y pasen a través de un sistema de tuberías hasta el recipiente final.

Durante la destilación, el mezcal se separa en diferentes fracciones, siendo las primeras las más fuertes en alcohol. Conforme el proceso avanza, la graduación alcohólica disminuye hasta alcanzar el equilibrio deseado.

Finalmente, el mezcal es filtrado y almacenado para reposar, dependiendo del tipo de mezcal que se quiera obtener.

Con la dedicación y liderazgo del Sr. Adolfo García Bahena, Zacualpan se ha convertido en un ejemplo de excelencia en la producción de mezcal artesanal. Su esfuerzo ha permitido no solo la conservación de esta tradición, sino también su proyección hacia el futuro, posicionando a la región como un destino obligado para los amantes de esta ancestral bebida mexicana.

Diseño de Álvaro Jacobo Lagunas

Rancho San Miguelito